El 62% de los africanos no tiene acceso a una instalación de saneamiento mejorada (un inodoro adecuado) que separa los desechos humanos del contacto humano.
La difícil situación que viven estas personas sin acceso ni siquiera a un baño en casa hace que sean especialmente vulnerables a una serie de riesgos para la salud. El uso de inodoros adecuados y el lavado de manos, preferiblemente con jabón, previene la transferencia de bacterias, virus y parásitos que se encuentran en las excretas humanas que de otra manera contaminan los recursos hídricos, el suelo y los alimentos. Esta contaminación es una de las principales causas de diarrea, la segunda mayor causa de muerte de niños en los países en desarrollo y conduce a otras enfermedades importantes como el cólera.
La ausencia de un saneamiento adecuado tiene un impacto grave en la salud y el desarrollo social especialmente para los niños.
Contar con unos baños y promover la higiene en las escuelas beneficia tanto al aprendizaje como a la salud de los niños. Por eso, KELLESENSA ha afrontado este reto con especial cuidado e interés y ha dotado a Escuela Elemental de Kelle de uno baños privados y separados para niños y niñas, así como instalaciones para lavarse las manos, de los que harán uso sus 600 alumnos.
Partiendo de que hay dos tipos de inodoros en África: el estilo occidental (europeo), con taza y asiento; y el estilo africano (turco), con un agujero en el suelo sobre el que te agachas, hemos querido ofrecer las dos alternativas – un agujero en el suelo sin contacto es higiénicamente mejor opción en un entorno rural – y así solucionar también la problemática que se genera con los niños discapacitados.